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La cámara oculta que utilizan los detectives privados son pequeños dispositivos de grabación que, habitualmente, se instalan de forma que no puedan ser descubiertas. El uso de estas cámaras está limitado a las personas habilitadas para ello, por lo que no podemos usarlas a la ligera si no tenemos la acreditación pertinente.

Si necesitas algún tipo de servicio de investigación, puedes contactar con nosotros para recoger toda la información que necesites. Recuerda que tú no puedes utilizar motu proprio una de estas cámaras, ya que tiene ciertas limitaciones legales que te exponemos a lo largo del artículo.

Como sabrás, una de las funciones más importantes de un detective privado es recabar toda la información posible acerca del caso concreto de su cliente. Es por esto por lo que pueden hacer uso de algunos elementos particulares y exclusivos que no están disponibles para cualquier persona.

¿Es legal usar una cámara oculta?

Como hemos dicho, únicamente un detective privado habilitado para ello tiene autorización legal para utilizarlas. Si quieres conocer más el trabajo de un detective privado, puedes leer nuestro blog para conocer un poco más sobre la profesión, ya que la rodea cierta mística que nada tiene que ver con las películas o novelas policíacas.

Si la instalamos, por ejemplo, en una vivienda, debemos contar con el consentimiento de los propietarios de la misma o con una orden judicial. Si lo hacemos en una empresa privada, debemos asegurarnos de no violar ningún derecho a la intimidad (en aseos, vestuarios, etc).

Debemos tener claro que en este último caso, el empresario no necesita la autorización de los empleados siempre que cumpla con los parámetros que hemos comentado. Estas cámaras ocultas se utilizarán para descubrir robos, daños a la propiedad y otros actos que sean punibles.

Normativa en materia de la instalación de cámaras ocultas

A pesar de estar autorizados para su utilización, un detective privado no puede instalar cámaras ocultas si no se cumplen varios requisitos necesarios. Son fundamentos que cumplen con el sentido común, pero que pueden invalidar nuestras grabaciones si no los cumplimos correctamente.

  • Principio de necesidad: Esta grabación debe ser la única forma de demostrar aquella acción que creemos que se está realizando, por lo tanto puede ser nuestra única prueba en caso de juicio.
  • Principio de idoneidad: Debemos instalar estas cámaras ocultas si verdaderamente podremos conseguir verificar la conducta irregular de la que sospechamos.
  • Principio de proporcionalidad: El resultado debe ser proporciona a la exposición de los individuos. La grabación debe estar limitada a la zona concreta en la que ocurren los hechos y tener una duración limitada para tal fin.

¿Podemos usar estas grabaciones como pruebas?

Existe una normativa muy concreta respecto a este tema, que están establecidas para que un tribunal acepte el uso de grabaciones ocultas como pruebas para el caso. Actualmente no existe una ley que lo regule, pero siempre que venga de manos de un detective privado acreditado podrían ser admitidas si:

  • El contenido de la grabación es una prueba fehaciente de un delito evidente para el tribunal, de forma inequívoca.
  • La grabación no atenta contra ninguno de los derechos reconocidos en la Constitución Española, como hemos apuntado anteriormente.
  • La cámara oculta fue la única manera de probar daños o hurtos y no existe otra vía diferente para demostrarlo.

Esperamos que este artículo te haya despejado las posibles dudas que te queden en cuanto a la utilización de cámaras ocultas y su procedimiento judicial en caso de necesitarlo. La función de un detective privado es obtener toda la información posible y por ello puede hacer uso de estos dispositivos, pero no cualquier puede hacerlo.