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Características y cualidades de un detective privado

La profesión de detective privado en Mallorca y en otros lugares de España (y del mundo, ya puestos) ha estado y está rodeada de cierto misterio. Aunque cada vez más se conocen los verdaderos servicios y tareas que ocupan a los que nos dedicamos a la investigación privada, la realidad es que gran parte de la sociedad sigue pensando en un detective privado como en ese hombre con la cara oculta tras el ala de su sombrero y vestido con gabardina.

La literatura y el cine siguen alimentando el mito, pero la verdad es que a diario uno se cruza con numerosos detectives privados en Mallorca sin darse ni siquiera cuenta. Al igual que los policías de paisano, los detectives privados visten de forma discreta, como el más común de los mortales: con gabardina si llueve, por supuesto, pero incluso con chanclas si la situación así lo requiriese.

Una de las características o cualidades más importantes en un buen detective privado es precisamente esa, la de pasar desapercibido entre la multitud, la de estar en todas partes sin ser visto en ninguna de ellas y la de escuchar sin que le oigan.

Ser el hombre (o la mujer) invisible no es fácil, pero un detective privado con experiencia no debe quedarse ahí. El trabajo de investigador privado en Mallorca o en cualquier otra parte del mundo obliga a tener otras muchas cualidades. Destaco aquí 5 que me parecen fundamentales, pero seguro que muchos podéis subrayar, al menos, otras tantas:

–          Buen observador.- Fijarse en lo que nadie se fija suele ser clave a veces para la resolución de muchos casos. La respuesta o la pista fundamental suele estar más a la vista de lo que se cree y de tan básica o simple que parece, a menudo es descartada como una obviedad.

–          Trabajador meticuloso.- Resolver una investigación privada suele ser como solucionar un puzle, más o menos compleja en función de la cantidad de piezas, formas y colores que intervengan en él. Un detective privado que trabaje con unas pautas ordenadas y sea detallista suele obtener resultados más rápidos que el personaje de ficción caótico y desordenado que tan habitualmente se muestra en las películas.

–          Formación y ética.- Contra lo que muchos creen, un detective privado debe tener una formación específica, reglada y trabajar con ética, conocer hasta dónde se puede llegar por un cliente y dónde se sobrepasa el límite de lo exigible. Ser firme en estas cuestiones es un valor nada despreciable y, por desgracia, poco corriente.

–          Discreto.- Suele ser la cualidad más valorada por los clientes ya que en la mayor parte de los casos en los que se recurre a un detective privado la persona que lo contrata suele querer resolver un problema complicado para el cual no le sirven de ayuda los cauces habituales como la Policía o la Guardia Civil. Suelen ser asuntos personales o relacionados con conflictos económicos, en general, temas delicados que un buen detective privado debe saber comprender y tratar.

–          Paciente.- Puede pasar pero, como norma, un caso no se resuelve en un día. Como detective en Mallorca me he pasado semanas enteras durmiendo en el coche llevando a cabo vigilancias intensas que, finalmente, en el momento menos pensado dan sus frutos. Tener temple y saber esperar es clave para afrontar una investigación.