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¿Existen las denuncias falsas?

¿Existen las denuncias falsas?

  • Una de las cosas que más nos sorprendió el año pasado y comienzos de este 2020 fue el incremento ¿Existen las denuncias falsas?de investigaciones relacionadas con las denuncias presuntamente falsas en materia de violencia de género y violencia de índole sexual.

 

  • A nuestro despacho de detectives privados de Mallorca, Detectib, llegaron bastantes clientes, todos hombres, que aseguraban ser víctimas de denuncias falsas interpuestas por sus parejas y en algunos casos por mujeres que habían tenido una relación sexual esporádica y que por diversos motivos, habían denunciado posteriormente por falta de consentimiento en dichas relaciones o por violación en los casos más graves

 

  • Los clientes pretendían que lográsemos demostrar la falsedad de dichas imputaciones. Difícil papeleta porque estos delitos se dan, en su mayoría ,en entornos íntimos, con ausencia de testigos y en algunos casos con denuncias teledirigidas por gente conocedora del entorno policial y jurídico que han tenido en cuenta todos los pormenores en la redacción de la citada denuncia para que ésta haga daño de verdad y se pueda conseguir una condena penal.

 

  • Pero ¿cuál es el objetivo espurio de la denunciante? Sin duda, tras horas y horas de investigación podemos confirmar, sin temor a equivocarnos, que en el caso de violencia de género hay un interés claro en conseguir todas las reivindicaciones que la mujer desea en casos de separación y divorcio. Si a ello se une la falta de ética de abogados y abogadas que lo que desean es conseguir sus pretensiones a costa de instrumentalizar el sistema, cobrar sus honorarios y que la clienta se quede contenta para que le mande nuevos clientes, ya tenemos razones suficientes para que se den tantos casos de denuncias falsas.

 

  • ¿Y en el terreno sexual? ¿Cuáles son los motivos? Encontramos en nuestras investigaciones un amplio elenco de ellos. Desde conseguir dinero fácil puesto que el denunciado está dispuesto a pagar para librarse del proceso penal, hasta las venganzas personales hacia antiguos novios o venganzas por infidelidades constatadas. Algún caso llegamos a investigar también en el que la mujer se movió por causas de animadversión a  los hombres en un proceso en el que quedó acreditado que se había erigido en una especie de justiciera al más puro estilo “Harry el Sucio”

 

  • Y si constatamos las falsedades, ¿por qué los denunciados no denuncian a su vez las denuncias falsas? Pues por la triste razón de que, como pasaba hasta los años 80 en nuestro país con las denuncias de violencia de género, nadie les hace caso. Es muy difícil que un juez incoe diligencias por denuncia falsa si no está muy bien argumentada y además el denunciado por violencia de género o por delito sexual no quiere volver a enfrentarse a un proceso judicial para volver a rememorar y sufrir los malos ratos pasados y que encima le deje con los bolsillos más vacíos si se ha de personar en la causa con abogado. Bastante le ha costado defenderse de una denuncia de este tipo entre honorarios de abogados, procuradores, peritos, etc.

 

  • Con todos esos datos, los detectives privados seguiremos teniendo trabajo en este campo a tenor de unas leyes, a mi juicio, que empoderan a las mujeres sin tener en cuenta que las hay buenas y malas y que estas leyes ayudan mucho a las mujeres que lo necesitan pero le dan un poder exagerado a quienes instrumentalizan el sistema judicial para, de forma torticera, conseguir sus objetivos.

La mitad de las empresas se enfrenta a delitos económicos

El 54% de las empresas de nuestro país ha sufrido algún tipo de fraude o delito económico en los últimos dos años, según los resultados de la encuesta mundial sobre estos supuestos elaborada por la consultora Price Waterhouse Coopers (PWC). Los datos de este informe arrojan un incremento de casi 20 puntos sobre las cifras del último análisis de 2016, que marcaba un porcentaje del 35%, y de 5 puntos más respecto al 49% de la media nacional de estos dos años. Otro apunte significativo extraído del estudio tiene que ver con los autores de este tipo de fraudes. Los propios empleados son los causantes de más de la mitad de este tipo de delitos empresariales.

Las conclusiones sitúan a España con cifras similares a países del entorno, como refleja el 50% de Reino Unido y el de Alemania, y señalan a las nuevas tecnologías como un claro causante del aumento de estos números. La lista de los tipos de delitos cometidos en las empresas españolas la lidera la apropiación indebida de activos, seguida por la corrupción, el soborno, la manipulación de la contabilidad y el ciberfraude.

En términos económicos, el 32% de las empresas partícipes del informe apuntan unos daños valorados entre 80.000 y 800.000 euros, a tenor del delito más grave experimentado en el periodo estudiado. Un 2% más eleva este montante por encima de los 800.000 euros, cifras aún mayores si se incluyen otros costes indirectos derivados de investigaciones internas, abogados, daños de reputación, imagen frente a empleados etc.

La mitad de las empresas se enfrenta a delitos económicos

Origen de los delitos económicos en las empresas

Otro dato que no deja indiferente tiene que ver con la procedencia de estos fraudes. El 50% de los casos son cometidos desde el interior – por algún trabajador de la empresa- mientras que un 33% por personal ajeno a la compañía. En el primer caso, casi la totalidad de los fraudes y delitos son realizados por directivos y cargos intermedios. En el segundo o en el de actuaciones ajenas, las cifras se reparten entre el 50% de consumidores o clientes; el  42% de proveedores; el 25% de intermediarios; el 25% de hackers; y el 8% de competidores.

Además, el informe apunta que casi el 70% de las empresas españolas han aumentado su presupuesto para luchar contra el delito económico y casi el 60% prevé seguir con esta línea de actuación en los próximos dos años.

El uso de la tecnología como arma para realizar este tipo de ataques empresariales ha propiciado también un aumento de los casos de los detectives privados especializados en delitos económicos, una de las áreas de Detectib con mayor actividad en la actualidad. La labor de estos profesionales se presenta hoy como clave para velar por la seguridad de las compañías y minimizar los riesgos y amenazas de las empresas.

Detectib cuenta con profesionales de la investigación de delitos económicos e investigación financiera que centran sus esfuerzos en casos relacionados con la corrupción, el blanqueo, la aportación de pruebas para juicios o los sobornos, entre otros supuestos.

Baja laboral de mi trabajador: ¿verdad o mentira?

¿Cómo detectar los fraudes en una baja laboral? ¿Cómo demostrar esos fraudes del trabajador y evitar que sea un lastre para la empresa? La sombra de las bajas laborales fraudulentas nunca deja de estar presente. Cada cierto tiempo, los medios arrojan nuevas historias que corroboran una vez más la extendida etiqueta de la picaresca española. Pero aunque todos estos casos parecen estar cortados por un mismo patrón, lo cierto es que no son fácilmente detectados por los compañeros del mentiroso o por su propio jefe. De hecho, la mayoría de estas acciones pasan inadvertidas ante ellos día a día, mientras que otras se intuyen pero no pueden demostrarse. Los empresarios lo saben y, por eso, cada vez más empresas y mutuas recurren a los servicios de un detective privado para destapar con pruebas la baja laboral fraudulenta.

Un trabajador fraudulento puede llegar a costar una suma importante de dinero al empresario, pero también conllevar un enrarecimiento del clima de trabajo. Esto es así porque muchas veces son engaños de larga duración, que crispan el ambiente por la sobrecarga de actividad que normalmente arrastran. En este escenario, el empresario con dudas no puede presionar a su trabajador para conocer el motivo de la baja (la historia médica es confidencial) ni tampoco realizar seguimientos por cuenta propia para descubrirlo. En ambos casos estaría violando el derecho a la intimidad del trabajador.

Detectar fraudes en la baja laboral de un trabajador

Detectives para destapar a un trabajador fraudulento

El investigador privado entra en juego para buscar pruebas que sostengan un despido disciplinario, pero siempre actuando conforme a la ley y sin vulnerar los derechos fundamentales del empleado. Las técnicas utilizadas varian en función de cada supuesto, pero en líneas generales consisten en acciones como:

  •  Control de actividades diarias y seguimiento
  •  Relación con el médico firmante de la baja para ver si existe algún vínculo
  •  Estudio de cualquier medio que pueda arrojar pistas, incluso la observación de la actividad en las redes sociales
  •  Testimonios de las personas de su entorno
  •  Datos que pongan en entredicho un estado de salud que impida el desarrollo de la actividad laboral y que, por tanto, lleven a su revaluación

El investigador privado apoya sus descubrimientos en documentos escritos y gráficos que revelen que la intuición del empresario o de la mutua es cierta y sobre todo pueda servir de prueba.

Fingir para cobrar una indemnización o ayudar en el negocio familiar

En los últimos tiempos, los despachos de Detectib, con sede en Mallorca, Murcia y Barcelona y delegaciones en toda España, han experimentado un crecimiento notable de los casos vinculados con esta temática. Entre los más comunes, han sobresalido aquellos relacionados con enfermedades psicológicas como el estrés, la ansiedad o la depresión. Es decir,  con aquellas enfermedades más difíciles tanto de diagnosticar como de probar, lo que las ha convertido en todo un caldo de cultivo.

Las razones que en dichos casos han llevado al engaño han sido muy variadas, desde aquellas relacionadas con fingir accidentes para cobrar una indemnización, hasta las encaminadas a ayudar en el negocio familiar en época de mayor trabajo, a obtener un sobresueldo con otra actividad puntual o incluso a vivir del cuento.

Sea cual sea el motivo, contratar a un detective privado  es hoy clave para que el empresario pueda tomar acciones en firme y deje de perder dinero en balde.