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Detectar un caso de acoso laboral

El mobbing o acoso laboral consiste en la violencia psicológica que una persona o grupo de personas ejerce sobre otro trabajador dentro del entorno laboral. Una situación complicada que mina la moral de las personas asediadas hasta caer en depresiones y, en muchos casos, el abandono del trabajo. El problema es que demostrar que se está produciendo mobbing es bastante complicado y para conseguirlo suele necesitarse la ayuda de profesionales como los detectives privados.

El también conocido como acoso moral en el trabajo suele producirse de manera sistemática y reiterada durante un periodo de tiempo prolongado. Las víctimas son hostigadas por compañeros de trabajo, por los jefes o incluso por la propia empresa.

Las causas pueden ser distintas. Tal vez deriva de razones personales, como sentimientos de odio o envidia por parte de otras personas, o motivos profesionales si la persona en cuestión es vista como un enemigo que puede entorpecer las aspiraciones laborales.

Otras veces, y cada vez con más frecuencia, son las mismas empresas las que acosan a determinados empleados con el objetivo de que se vayan de la empresa voluntariamente para no tener que despedirlos y pagarles la consecuente indemnización.

Hay trabajadores que llevan muchos años dentro de la misma empresa con condiciones laborales y salariales bastante mejores que las que se ofertan actualmente. En estos casos algunos empresarios comienzan a mirarles con recelo pensando en la posibilidad de contratar a alguien más joven por la mitad de su sueldo. Éstas y otras situaciones pueden llevarles a realizar acciones malintencionadas para que el trabajador se sienta incómodo en ese ambiente y quiera irse.

El problema es que estas situaciones son muy difíciles de demostrar en caso de que se presente una demanda por acoso laboral porque estas prácticas no suelen hacerse frente a terceros o porque existe hermetismo dentro de la empresa.

Los detectives privados de Baleares pueden colaborar en este tipo de casos para ayudar a la víctima a demostrar que está siendo acosada en el entorno de trabajo. Para ello pueden facilitar a sus clientes micrófonos ocultos y otros dispositivos para tratar de obtener pruebas del acoso laboral.

Pongamos por ejemplo el caso de una persona que esté recibiendo un trato vejatorio por parte de la empresa porque quiere que deje el empleo voluntariamente y no tener así que pagarle una indemnización por despido improcedente. El detective puede aconsejar a su cliente que lleve un micro oculto durante su horario laboral para recoger pruebas del acoso que está recibiendo.

Estas grabaciones podrían ser presentadas después como pruebas en un juicio por una demanda de acoso laboral contra la empresa. No obstante, tendrá que ser después el juez quien evalúe las grabaciones y otras pruebas para dictaminar si ha habido o no mobbing.